Descubriendo nuevas sensaciones gastronómicas en la misteriosa Shanghai
Los comensales del presente están hartos de ver siempre lo mismo. Aburridos restaurantes de cartas más o menos simplonas, con olor a naftalina o apostando por el retro style de eso mismo, una bola de naftalina, cuya única modernidad y transgresión es un pequeño acierto en su futurista decoración, pero nada más. La nueva modernidad supone una innovación en todos los sentidos. Poder descubrir nuevas experiencias con las que sorprenderte y que podar contar a la vecina curiosa y entrometida cuando coincidís en el ascensor. Fruto de esta nueva manera de entender la cocina, me topo con el nuevo proyecto del chef Paul Pairet. Del creador de los afamados Jade on 36 y Mr.& Mrs. Bund, descubro Ultraviolet (y no hablo de una modernidad a lo Warhol). Lo primero que te sorprende del restaurante en cuestión es que es totalmente atípico. No sabes su localización, no eliges la comida, comes o cenas con 9 desconocidos y simplemente te dejas llevar por la nueva manera de hacer las cosas. Las reservsas se hacen con meses de antelación, por lo que te recomiendo que antes de terminar de leer hayas reservado ya.
Cuando llega el día, sólo sabes que te recogerán en Mr. & Mrs. Bund y que lo más seguro es que te dejen unas manzanas más lejos, para proseguir con tu misteriosa gastro aventura. Una curiosa oportunidad de romper con cualquier regla preconcebida descubriendo las diferentes sensaciones de entre sus más de 20 platos regados con vino, cerveza o infusión. Diez personas sentadas a la mesa y rodeados de luz, color e imágenes proyectadas sobre la pared, mientras que el chef Pairet hace y deshace a su antojo, para que puedas volver a casa con el sentimiento de haber vivido una experiencia metafísica única mientras degustabas y saboreabas los platos de esta dimensión paralela, en el misterioso y a veces exótico y sorpresivo Shanghai.
