Un Chalet en la Gran Vía x Alberto Otto

Un Chalet en la Gran Vía es pura literatura. 70 mini relatos. Toda una urbanización de figuras retóricas que van desde Gran Vía a Cuatro Caminos cogiendo un desvío por Carabanchel. El conductor es Alberto Otto.

Cuando me llamaron de Pelonio para decirme que Alberto Otto iba a publicar un libro, lo primero que pensé fue: “¿de dónde saca el tiempo?”. Alberto es director creativo de Pelonio, entre otras cosas, una agencia de comunicación y prensa. Y, por lo que sé, están día y noche de eventos, montándolos y desmontándolos. Así que… ¿de dónde sacaría el tiempo Otto para escribir? ¿Tendría muchas o pocas páginas el libro? Lo reconozco. Eso fue lo primero que me vino a la cabeza. Tonterías. Así que para saciar mis dudas pedí un ejemplar de “Un Chalet en la Gran Vía”. El título mola. Un buen reclamo, literario e inmobiliario. Pero el libro no llegaba. Así que difícilmente podría hacer una reseña ni nada. La verdad es que estoy acostumbrado. Me pasa igual cuando pido unas zapatillas para hacer una reseña. Nunca me llegan. Menos mal que tenemos imaginación. Bueno, el caso es que me encuentro a Otto en uno de los eventos de Pelonio, uno en el que Rosalia presentaba una colección cápsula con Pull & Bear. Le pregunto por el libro. “¿No te ha llegado?” me dice. “Ah, puede que sí. Hoy recibí algo con formato libro, pero no lo abrí”. Respondí. Y es verdad, tardo mogollón en abrir un sobre o una caja. Me relaja. “Se lee muy rápido” me dice Otto. “Genial” dije… como si algo que se leyera rápido fuera una virtud. “Pues lo devoro este finde y te cuento”. Y así, con la promesa de una entrevista en cuanto terminara el libro. Pero tarde más de la cuenta. La verdad es que no se lee tan rápido. Necesitas una buena pausa entre relato y relato para asimilar lo que estás leyendo. Algo así como esto que te dan en los restaurantes japoneses para que no se mezclen en la boca los sabores de los platos… sí… que sabe a detergente… ¿Cómo se llama?… Eso, jengibre. Pues eso, después de leerte un relato de Un Chalet en la Gran Vía necesitas una buena ración de jengibre antes de leerte el siguiente. En mi opinión, me parece recomendable un relato al día… y si tienes la suerte de estar muy ocioso, pues 2. Uno por la mañana y otro por la tarde. Así asimilaras mejor lo absurdo de la “realidad exagerada”, un género que Alberto Otto parece acabar de inventarse.

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Arriba: Alberto Otto, autor de Un Chalet en la Gran Vía
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Un Chalet en la Gran Vía x Alberto Otto

Entrevista con Alberto Otto, porque me he quedado con las ganas de saber de dónde saca el tiempo para escribir su primer libro: Un Chalet en la Gran Vía. 70 mini relatos con Madrid como contexto.

¿Cuánto tiempo llevas con el sueño de escribir un libro? Ha sido un sueño intermitente. De pequeño quería escribir un libro que no se terminara nunca, luego se me olvidó y he terminado escribiendo uno que se termina en un rato.

¿Por qué crees que en la época del digitalismo la gente quiere dejar testimonio analógico? ¿Por qué existe el deseo de publicar en papel? En tu caso, ¿por qué elegiste el papel en lugar de una web o incluso una red social? En el libro escribo mucho sobre las cosas y los libros son unas cosas importantes. Se meten en las casas, en los bolsos, en la cama de la gente. Quería un libro mío tocado por dedos que no conozco, en casas de barrios a los que no he ido.

¿Cómo has conseguido compaginar tu trabajo de director creativo en Pelonio, donde supongo que las jornadas son maratonianos, con el hecho de escribir un libro? ¿Cómo te has organizado? Escribiendo los findes, pidiendo unas breves vacaciones y escapándome algunos días un poco antes. En Pelonio me tienen muy consentido.

¿Por qué micro-relatos? ¿Es el mejor formato para alguien que tiene necesidad de escribir pero poco tiempo para hacerlo? ¿O es un formato en el que realmente te sientes feliz? Es un formato que disfruto leyendo y escribiendo. Los escritores que más me gustan escriben textos cortos. Soy vago como lector y como escritor, en los textos breves siempre estás a punto de terminar.

¿Si tuvieras más tiempo libre escribirías una novela? ¿Tienes algo en mente? Sí, estoy pensando en escribir algo más largo pero no sé si sería una novela. Quizá un cuento muy largo como el que quería escribir de pequeño donde quepa de todo, hasta otros cuentos que se abran y no se cierren. Me tienta escribir una fábula urbana, los animales en la ciudad merecen su sitio.

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Arriba: Portada de Un Chalet en la Gran Vía
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Un Chalet en la Gran Vía x Alberto Otto

¿Por qué 70 relatos y no 75, 50 o 100? ¿En qué momento dices “ya está”… ya terminé el libro? 70 relatos cortos eran suficientes para dibujar la ciudad que quería contar en este libro. El relato número 70, que se titula “Todo esto era ciudad”, era claramente un final, cuando lo escribí me quedé sin ganas de contar nada más.

Tus relatos combinan cotidaneidad con surrealismo… ¿Prefieres convertir lo surrealista en cotidiano o lo cotidiano en surrealista? No creo que llegue a ser surrealismo, porque no hay sueños ni se distorsiona la lógica. Describo una realidad exagerada, que parte de una verdad de la ciudad que como tal se queda corta, que se puede llevar más lejos para que se vea más, para que mole más, como cuando le cuentas a alguien una cosa muy bruta que has visto por ahí y le pones un poco de mentira poética y te dicen “¡qué exagerado!”. Pues eso, me lo acabo de inventar, pero le vamos a llamar “realismo exagerado”.

En ningún momento te planteaste escribir sobre tu realidad laboral… supongo que también habrá mucho absurdo. Eso sí que es exagerado, necesitaría un libro entero que no me apetece mucho escribir.

¿Cuál es el punto de partida de tus relatos? ¿Cuando sientes que tienes una historia? Miro algo o a alguien y pienso qué le falta, qué le puedo regalar para que la imagen sea memorable. La idea salta enseguida.

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Arriba: Paty Abrahamson leyendo Un Chalet en la Gran Vía
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Un Chalet en la Gran Vía x Alberto Otto
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Arriba: Relato de un Chalet en la Gran Vía
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Se supone que todos los relatos están ubicados en Madrid… ¿Se podría decir que son relatos 100% madrileños? ¿Serían posibles en cualquier otra ciudad? Sí, creo que serían posibles en otras ciudades. Los relatos no van sobre Madrid, suceden en Madrid porque es la ciudad que vivo y controlo. Supongo que los relatos son madrileños en tanto que mis ojos son muy madrileños, aunque escriba sobre Orense.

Al ser relatos cortos… ¿Cómo escribes? ¿Escribes mentalmente cuando vas por la calle o el metro? ¿O te tienes que sentar a escribir? (bueno, he leído que escribes tumbado o bailando, siempre mirando por la ventana) Voy por la calle o miro por la ventana, sí. Voy maquinando la idea, exagerando y, cuando puedo, me siento a escribir. Mido mucho el ritmo y la cantidad de información que doy, siempre sobra la mitad.

¿Cuál es la clave de un buen relato? ¿El final desconcertante? ¿Un comienzo inquietante? Un comienzo suave, unos cuantos requiebros a lo largo del texto y un final que te recoloque lo que se te había caído en los requiebros. Al final le llamo chimpún.

A otros escritores les he preguntado qué es lo más maravilloso que les ha ocurrido por escribir un libro… a ti te preguntaría, ¿qué es lo más surrealista que te ha ocurrido por escribir este libro? Hay un relato sobre la Reina que pasea descalza por la Castellana por las noches. Me gustaría que lo leyera y le pidiera a la Casa Real permiso para hacerlo.

Por cierto, el título es un chalet en la gran vía… ¿tú que preferirías vivir en una casa fea con vistas a otra muy bonita…. o en una muy bonita pero con vistas a otra casa muy fea? En una casa fea con vistas a una oficina o un convento con las ventanas muy grandes.

Vaya. Se me olvidó preguntarle por qué salen tantas bolsas en “Un Chalet en la Gran Vía” y si realmente se apellida Otto.

Un Chalet en la Gran Vía de Alberto Otto está públicado por Terranova Editorial con ilustraciones de Conxita herrero.

Un Chalet en la Gran Vía x Alberto Otto