Wilda: el rugido de los vinos felinos en Madrid

Vinos felinos, rugientes o maulladores, vinos algo domesticados y vinos salvajes. Vinos en la calle del León, no podía ser en otra parte. Vinos desacomplejados. En el contexto de la resurrección del Barrio de Las Letras, acabamos de conocer un lugar estimulante en el que vivir de otra manera la experiencia milenaria de beber vino. Sonia Bueno es la sumiller y ahora también empresaria hostelera detrás de este proyecto al que aplaudimos. Acercar el vino a la gente. Hacerlo divertido. Y que el vino que bebamos además sea natural, que esté vivo. Wilda mola, cuidémoslo.

Wilda: vinos naturales, vinos felinos en Madrid. Y alguna chacina que otra

Wilda: el rugido de los vinos felinos en Madrid

Antes de nada, Wilda surge en plena reivindicación de los vinos sin sulfitos, los llamados naturales cuya producción (sostenible, a pequeña escala) huye de los tratamientos químicos. Otra etiqueta distinta es la de los vinos biodinámicos, que sí pueden estar sujetos a normativa y certificación. Los naturales, vinos casi a pelo, no son siempre los mejores, los más equilibrados, los más aconsejables (a veces ni para el mismo gato), pero cada vez hay propuestas más interesantes y su cultura ecológica, de 100% uva sin añadidos, seduce a paladares que no suelen verse por las catas expertas y plomizas en las que el mundo del vino español parece haberse sumido desde hace eones de tiempo. Hay que cambiar los clichés del consumo de vino y Wilda es un ejemplo.

Wilda: el rugido de los vinos felinos en Madrid

Vinos de su padre y de su madre no sólo naturales, ordenados en una carta intuitiva, original y diferente. Como deberían ser muchas, siempre aburridas y pensadas sólo para pedir el riojita de turno. La carta, como es de esperar, no para quieta y está en constante rotación. Los hay de Sierra de Gata, de Toledo, de La Manchuela. Tienen espumosos, blancos, rosados y naranjas de microbodegas. También algún champán por copa y bastantes jereces, vinos “de pura raza” (finos, manzanillas, amontillados, oloroso, palo cortados y dulces) que son una de las pasiones de la propietaria y valor irrenunciable hoy en día.

Wilda: el rugido de los vinos felinos en Madrid

Sonia tiene el título de sumiller internacional por el Círculo matritense del vino y el certificado Level 3 de la Wine and Spirit Education Trust. Además es filóloga y licenciada en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Ha publicado varios poemarios. Pero Wilda es producto de un “(des)aprendizaje” enológico que le ha llevado a parir una idea así de bonita y rompedora. Un bar de vinos diferente.

Wilda: el rugido de los vinos felinos en Madrid

A modo de orientación, yo mismo probé en mi visita a Wilda:
-Solessence Brut Nature. J M Sélèque. Champagne. (copa)
-Often Sigilo 2014. Bodegas Recuero. Airén y otras uvas. (copa)
-Bateta 2014. Los Comuns. Garnacha y Cariñena. Priorat (media copa)
-Amontillado Fossi Solera. Primitivo Collantes. Chiclana, Cádiz. (media copa)

Wilda: el rugido de los vinos felinos en Madrid

Pero los vinos no van solos. En Wilda la armonía la ponen las chacinas y platos propuestos por Iván Cerdeño, chef de El Carmen de Montesión, restaurante de Toledo. Me relamí con unas gildas potentes y jugosas, con unos boquerones aliñados, con unos mejillones en escabeche cítrico casero muy graciosos, con una tabla de paleta ibérica estupenda, con su cesto de pan de cristal, y con una de quesos de acertada selección. Tienen hasta un plato de callos. No se puede pedir más. Bueno sí, que la gente no pida tanta cerveza, que Wilda también ofrece para los más refractarios al néctar de Baco.

Wilda: el rugido de los vinos felinos en Madrid

Aquí puedes consultar la carta de vinos y comida de Wilda

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Wilda
Calle del León, 9, Madrid
Tel. 911 66 01 88
wilda.es

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