El trío tinerfeño El Faro nos despierta con un nuevo EP que habla de incertidumbres: La Paz Extraña. Canciones con temáticas universales y atemporales que interpretan en clave indie.

La paz y su búsqueda son los ejes principales para el nuevo EP del trío tinerfeño, El Faro. El proyecto musical nació en el año 2011 en Tenerife de la mano de Carlos Díez. En el año 2019 publicaron “Los Años Malos” y, ahora, con ayuda de los músicos de super bandas como Lisandro de Dorian y Sergio de la banda Zoé, los isleños reflexionan en clave pop sobre estos temas tan universales.

La paz extraña que trae la música de El Faro a este 2024El trío El Faro (@_elfaro) presenta “Una Paz Extraña” su nuevo EP

Encontrar el lado positivo a las cosas, la tristeza o el saber rendirse, son los temas de los que habla El Faro en este EP que el trío nos explica tema a tema y track by track

1- Track 1 de “Una Paz Extraña”: “Algo Bueno”

Algo bueno” fue una canción que tomó sentido en retrospectiva. La frase que abre el tema la escribí en una libreta en febrero de 2020 y ese mismo día grabé la melodía. No era un buen momento para mí, pero lo escribí desde el puro convencimiento de que podría sacar algo bueno de todo aquello.

No sería hasta finales de ese mismo año que volveríamos a la canción para darle forma. Y después de un año como 2020, yo ya no era igual de optimista. De hecho, estaba en guerra con mi propia concepción del optimismo.

Y así fue como “Algo bueno” terminó convirtiéndose en el punto de partida de la historia que quería contar con el EP: mi proceso de cuestionamiento sobre la “actitud positiva” y la falta de espacio para la tristeza en nuestras vidas.

Este corte pretende contener la esencia de esa positividad exacerbada, alimentada por los mandatos sociales que nos empujan a poner buena cara al mal tiempo. Por eso “Algo bueno” es un tema festivo, con riffs de guitarra divertidos, líneas de voces alzadas por diferentes melodías, baterías, y estribillos repetitivos con ese mantra de “voy a sacar algo bueno de todo esto”, casi como un ejercicio de auto convencimiento.

2- Track 2 de “Una Paz Extraña”: “Sal de mi casa”

Cuando empecé a escribir “Sal de mi casa”, también a mediados de 2020, recuerdo que sentía una tristeza inmensa que se posaba en mis hombros desde que me despertaba.

No sabía ponerle nombre a aquello que me estaba sucediendo, solo sentía que tenía que activar todos los mecanismos posibles para poder ignorarlo y seguir funcionando, costara lo que costara. De eso va “Sal de mi casa”, de hacer oídos sordos a lo que sentimos.

De patologizar “lo triste” y desestimarlo por ser inútil.

O incluso peor, como era mi caso, de llegar a renunciar a todo aquello que potencialmente pudiera producirme tristeza (“he salido ileso a fuerza de estar quieto”).

Por eso el segundo corte del EP tiene dos partes: una parte A, más lúgubre y triste, con líneas de voz graves, teclados y, en general, arreglos más tímidos, y una parte B, en la que la propia canción reniega de su carácter bajonero y ofrece festividad, terminando con la frase“voy a bailar de tristeza hasta que te marches”.

3- Track 3 de “Una Paz Extraña”: “El Rugir Azul”

Aun con todo, habiéndolo intentado de todas las formas, no había sido capaz de huir de esa sensación. Ahí es cuando llega “El rugir azul”, que es como un choque frontal con la tristeza.

En esta canción puede intuirse un principio de rendición en frases como “este dolor no me va abandonar” y “llevo años de búsqueda incansable, pero ahora estoy cansado”.

Recuerdo que llegó un momento en que me pregunté qué pasaría si, en lugar de seguir huyendo, me plantaba y simplemente aceptaba que estaba triste. Y de ese momento habla“El Rugir Azul”, de la epifanía que produjo que, por primera vez, me diera permiso para habitar esa tristeza que me perseguía.

Para estar quieto, sin sentirme culpable, ni débil. Para dejar de poner buena cara y reconocer mi derecho a estar devastado, dándome igual si el resto reconocían mis motivos como válidos o simple victimismo.

Musicalmente, “El Rugir Azul” es rabia pero también es celebración. Tanto las melodías de voz como los arreglos fueron pensados para sonar poderosos, como si quisieran zafarse de cualquier contención.

4- Track 4 de “Una Paz Extraña”: “Querida Tristeza”

Por último, “Querida tristeza” es una carta abierta. Un “abrazo” a esa tristeza que se había instalado a mi lado, aunque claramente detestara sentirla. Porque este EP no va de romantizar la tristeza.

Estar triste es una mierda y es totalmente lógico querer estar mejor.De hecho, supongo que muchas veces es precisamente el querer dejar de sentirnos así lo que nos moviliza para intentar estar mejor. Pero no podemos olvidar que forma parte de la vida, ni tampoco deberíamos sentirnos culpables por no estar atravesando un buen momento.

En definitiva y viéndolo con perspectiva, creo que lo que quería reivindicar con este EP, y en concreto con esta canción, es que nuestras circunstancias, contextos y vivencias a veces duelen, y que ese dolor no se elige.

Y que, intentando sepultar su existencia con discursos motivacionales y presiones por volver a estar bien cuanto antes, lo único que conseguimos es que las personas que lo pasan mal se sientan profundamente incomprendidas.

Escribí estas canciones porque, en ese momento, lo que más me ayudó fue entender, gracias a mi psicólogo, leer algunos libros y escuchar las historias de otras personas, que todos merecemos poder habitar nuestras emociones el tiempo y de la forma que necesitemos, sin que eso signifique que no lo intentamos lo suficiente, ni que somos victimistas, ni que hay algo mal en nosotros. Y nada me hace más feliz que la posibilidad deque ese mensaje llegue ahora en forma de canción a alguien que también necesite escucharlo.

La paz extraña que trae la música de El Faro a este 2024