Henrike Naumann: escenografías de fascismos cotidianos

La artista alemana Henrike Naumann explora la ascensión de la ultraderecha en la sociedad actual a través de sus instalaciones inmersivas.

El hecho de que Henrike Naumann naciera en la República Democrática Alemana resulta fundamental para entender toda su carrera artística. Esta artista, que vive y trabaja en Berlín, explora de forma explícita la estética y la sociedad alemanas, desde su unificación hasta la actualidad. Henrike Naumann, cuya trayectoria artística comenzó como escenógrafa, plantea instalaciones inmersivas que combinan video, audio y espacios escenográficos como medio para explorar las raíces de la ascensión de la ultraderecha alemana en las últimas dos décadas.

Foto superior: Henrike Naumann en su estudio. Foto: Hannes Wiedemann

Henrike Naumann: escenografías de fascismos cotidianos

Sus instalaciones consisten en escenografías amuebladas en las cuales cada elemento, cada mueble, cada accesorio dentro del espacio sirve para cautivar al espectador, operando con un uso casi pérfido de las experiencias, las valoraciones y los prejuicios.

Naumann trata el modesto fascismo de cada día, evaluando las condiciones en las que el monstruo histórico está siendo resucitado y, en el trasfondo de su trabajo, surgen otras cuestiones que conciernen al papel del realismo, como el compromiso político de los artistas bajo el comunismo y el auge del hedonismo extremo de su generación.

La obra de Henrike Naumann se expone por partida doble en dos grandes bienales fuera de Alemania, concretamente en Rusia y en Seúl, sumergiéndose de lleno en la cultura e historia de dos países tan dispares y complicados como el suyo propio.

Henrike Naumann: escenografías de fascismos cotidianos

Henrike Naumann: escenografías de fascismos cotidianos

Henrike Naumann: escenografías de fascismos cotidianos

Avant-Garde Achivements (2021) es la contribución de Henrike Naumann para la Ural Industrial Biennial, ubicada en la ciudad rusa de Yekaterinburg, que este año celebra su sexta edición. Esta instalación muestra ejemplos de la producción civil que se llevó a cabo dentro de esta fábrica durante la época soviética, que además de producir bombas y sistemas laser para aeronaves como la MIG-29, producía incubadoras, respiradores y otros tipos de objetos A través de la producción civil de esta fábrica, Naumann trata de mostrar el reflejo en la cultura de una ciudad industrial exsoviética como Ekaterimburgo. En la instalación, encontramos gafas y mesas de cristal que hacen referencia a los encuentros diarios con los instrumentos ópticos y objetos metálicos que reflejan la producción metal de la fábrica. También se exponen otros objetos hechos a mano por los habitantes de Yekaterinburg, que la artista pudo adquirir a través de la plataforma www.avito.ru, que hacen referencia a aquellos sistemas de creencias chamanistas y de rituales cotidianos realizados en esta sociedad tan compleja.

Henrike Naumann: escenografías de fascismos cotidianos

Henrike Naumann: escenografías de fascismos cotidianos

Henrike Naumann: escenografías de fascismos cotidianos

Para la Mediacity Biennale de Seúl, Naumann presenta Proto Nation (2021) una instalación que incorporan muebles usados y otras piezas de decoración de interiores junto a escultura, pintura y video. Proto Nation realiza un paralelismo entre la Alemania del Este y Corea del Sur, combinando códigos de diseño de los años 90, para transformar el espacio museístico en una boutique de una marca de zapatos ficticia, en la que se proyecta en bucle una parodia de anuncio Proto Nation y se exponen 36 esculturas resultantes de modificar zapatos normales con materiales inusuales.

Charlamos con Henrike Naumann para que nos cuente su experiencia:

¿Cómo te sientes al estar presente simultáneamente en dos bienales de dos países con historias tan complejas?

Estoy muy feliz y agradecida de poder presentar de nuevo mi obra internacionalmente en estos tiempos tan complicados. Además de las restricciones de la pandemia y de visado, hay otros factores políticos, como la guerra entre Ukrania y Rusia, que hacen complicada la planificación y la realización de los proyectos. Algunas veces me pregunto sobre el significado de que una artista como yo pueda trsascender esos límites y contextos con mi trabajo en estos momentos. Cambia la perspectiva y refuerza mi convincion de que el arte es una fuerza política.

 

Tu trabajo suele basarse en temas relacionados con la historia y la cultura alemanas, sin embargo, en esta ocasión te has adentrado en la historia de estos dos países, Corea del Sur y Rusia. ¿Nos puedes hablar sobre los procesos de investigación y de creación?

En los últimos años he realizado un gran número de proyectos internacionales site-specific y sobre un contexto individual y desconocido, como la obra en la que contaba la historia alemana a través del diseño de muebles. Para mi proyecto en la Bienal de Seúl, me fue imposible investigar y porducir en Corea debido a la pandemia. Ésto fue todo un reto ya que para mi trabajo es fundamental estar en el lugar, hablar con la gente y entender el contexto. De manera que el proceso de investigación, desarrollo y producción de la obra ocurrió en Berlín. Me resultó dificil plantear un discurso desde una perspectiva extranjera y tan lejana, aunque tuve un gran apoyo de la bienal y un asistente coreano en Berlín, Jiyoung Kim, que me ayudó muchísimo con la investigación en coreano y para comprender la estética de la historia y la política coreanas.

Desarrollé el concepto trabajando sólo con pares de zapatos y utilizando un lenguaje que fuera sencillo y facil de entender, para hablar sobre la complicada conexión y separación entre Corea del Norte y Corea del Sur. Para el montaje de la instalación de Seúl, conectamos por Zoom desde Berlin con el equipo de la bienal y el comisario Yung Ma. Los zapatos se muestran como en una zapateria y hay un video que proyect esculturas de zapatos y las vincula a imágenes de la política coreana en la que los zapatos jugaron un importante papel. La obra va acompañada por una potente banda sonora electrónica de un productor local, Leevisa, que le aporta un ambiente acústico específico.

Para la Ural Biennial sí pude viajar a Rusia e investigar y producir en el lugar. Tuve el apoyo de mis asistentas en Yekaterinburg, Yulya, Eugen y Dasha, así como de la historiadora especializada en historia cotidiana soviética, Kataryna Malaya, que me ayudaron a profundizar en los secretos de la historia local. Debido a mi forma de trabajar, la gente con la que colaboro es de vital importancia, ya que me ayudan a entender el contexto y a encontrar los objetos y lugares que son específicamente interesantes para mi trabajo. Con muebles que encontré en la web rusa avito.ru, creé una instalación de muebles dentro de la fábrica y mi colega, el músico ruso Barik compuso una banda sonora que conjugaba todos los elementos presentes en la investigación.

 

Comenzaste tu carrera artística como escenógrafa para teatro y cine. ¿Qué te hizo saltar a la creación de instalaciones artísticas?

Para mi estudiar era, por un lado, aprender todas las herramientas que me interesabann en diferentes ámbitos, mientras que por otro lado, también consistía en buscar el lugar apropiado para mostrar las creaciones. Y haciendo eso, casi por accidente, acabé en el mundo del arte y tuve que imaginarme este nuevo y, completamente diferente, ámbito cuando comencé mi práctica artística independiente.

 

¿Cuáles son tus influencias?

Una influencia importante para mí durante mis años de estudiante era el trabajo de escenógrafo y diseñador de vestuario Bert Neumann, que fue primordial para la estética del teatro Berliner Volksbühne durante la época de Fran Castorfs.

 

¿En qué estás trabajando en estos momentos?

Ahora mismo estoy preparando una obra que se inaugurará el 20 de noviembre en el Nuremberg’s Germanischen Nationalmuseum y otra que lo hará el 22 de noviembre en la Tretyakov Gallery de Moscú. También estoy trabajando en un proyecto en el que colaboro con Bonaventure Ndikung para el SAVVY de Berlin.