J. EDGAR

LA NUEVA PELI DE CLINT EASTWOOD SE ESTRENA EN CINES ESTE VIERNES, 27 DE ENERO

Clint Eastwood se ha convertido en una de las mayores garantías de nivel y calidad de entre todos los cineastas provenientes de Hollywood. Su ritmo de rodaje es endiabladamente rápido y la calidad de sus películas suele variar de muy buena a obra maestra y viceversa, pero nunca, o muy rara vez, por debajo de esos baremos. En esta ocasión ha querido realizar un biopic de John Edgar Hoover, quien, con sólo 29 años, fue nombrado director general del FBI en 1929 para que reorganizara la institución. Ocupó el cargo hasta su muerte en 1972, sobreviviendo a siete presidentes, alguno de los cuales intentó inútilmente destituirlo. Los archivos que Hoover guardaba celosamente, llenos de secretos inconfesables de importantes personalidades, lo convirtieron en uno de los hombres más poderosos y temidos de la historia de los Estados Unidos.

J. EDGAR

Aunque al principio parece que nos encontramos ante un intento más de la industria yankie, de demostrarnos a otro gran héroe norteamericano, lleno de clichés y tópicos sobre cómo molan, lo grandes que son y cómo viven, en un país donde llueven las oportunidades para llegar a ser alguien Sí o Sí, pronto nos damos cuenta de nuestro error. Parece ser que J. Edgar Hoover era homosexual, un homosexual armarizado sometido a una castradora madre que le impidió desarollar su persona aunque fuere en el ámbito de la doble vida. Reprimido hasta la nausea y enamorado hasta las trancas de su mano derecha, Clyde Tolson (interpretado desgarradoramente por Armie Hammer), es probable que Edgar muriese virgen. Y no hay nada que importe en la película excepto esta circunstancia, retratada con inteligencia y valentía, por alguien como Clint Eastwood, asociado en nuestro subconsciente a personajes como Harry El Sucio. Personalmente encuentro maravilloso que en un momento en el que EE.UU está patas arriba con medio Hollywood apoyando causas a favor de la legalización del matrimonio gay a lo largo y ancho del territorio americano, sea alguien como Clint el que se atreva a hacer la peli que más aporta sobre el tema hecha en el Hollywood reciente, con tanta sensibilidad, demostrando que ve a los gays como personas que se aman y no como gente que hace cruising las 24 horas del día.

J. EDGAR

Los únicos peros, el maquillaje, que es de risa, y Leonardo DiCaprio, que aunque suenan campanas de Oscar para él, a mí me parece que ya tiene el síndrome de Robert de Niro, otrora actorazo que en la actualidad TODO lo interpreta con la misma mueca impostada y poco creíble. Dicaprio está correcto pero va por mal camino. Aun así, BRAVO.

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