LA ESTRATEGIA DE IVÁN ARGOTE Vista de la exposición Ivan Argote “La Estrategia”. Palais de Tokyo, París (7 dic. 2012 – 21 ene. 2013). Foto: Guillaume Ziccarelli. Cortesía Galerie Perrotin, Hong Kong & París

El Palais de Tokyo recibe al artista en su segunda expo en París

Una inmersión en el pasado es lo que parece haber mantenido ocupado durante un tiempo al bogotano Iván Argote. El artista audiovisual se sumerge en las tradiciones orales del Bogotá más revolucionario y reconstruye los muros de una antigua comunidad de los 70. Contradicciones, espíritu generacional y la recuperación de aquel ‘way of living’ encubierto, se recuperan para ‘La Estrategia’, su último trabajo y una vuelta de tuerca más en su búsqueda de lo absurdo. Acompañado por un grupo de jóvenes colombianos, Argote retoma el sentir que ha ido propagándose durante estos años de boca en boca, y que ahora conforma su entrada por la puerta grande en el parisino Palais de Tokyo. Una vídeo exposición que hasta el 21 de enero de 2013, nos descubrirá el backstage de aquellos grupos que hicieron de su visión del mundo y su realidad, todo un sistema de verdades y cuyos ideales llegan intactos a nuestro presente, sacudiéndonos sin disimulo. ¡Simplemente genial!

¿Cómo prefieres definirte: artista, videoartista, creador… ? Artista está bien, creo que es el menos preciso, eso me gusta.

¿Cómo decidiste dedicarte al tema visual, al tema performance? Puras ganas. Desde los 13 seguí una formación en Artes Gráficas (en un colegio de sacerdotes) para más tarde estudiar Diseño Gráfico, con la idea de hacer dibujos animados. Las ideas me cambiaron, me incliné hacia la fotografía y después de terminar mis estudios en la UNAL (Bogotá), fui a trabajar en cine (Colombo Films). Luego fue el viaje a Francia, donde comencé en una Escuela de Artes con la idea, en un principio, de hacer investigaciones “filosóficas” a partir de performances, relacionadas con la imágen. Poco a poco, fui construyendo un trabajo que tardó 7 años en tomar forma.

LA ESTRATEGIA DE IVÁN ARGOTE Vista de la exposición Ivan Argote “La Estrategia”. Palais de Tokyo, París (7 dic. 2012 – 21 ene. 2013). Foto: Guillaume Ziccarelli. Cortesía Galerie Perrotin, Hong Kong & París

¿Bogotá o París? ¿Por qué? ¿Qué tiene la una que la otra no y viceversa? Pues son muy distintas, por lo que pasa y por lo que representan para mi, luego depende para qué…  Las dos me gustan y me siento afortunado de conocerlas bien, pero no solo ellas me interesan. En Nueva York viví un año y me gustó mucho, en Madrid un par de meses, también estuve en Sao Paulo y me dan muchas ganas de volver. ¿Lo próximo? Iré dos meses a Los Angeles, tres a Barcelona, luego un tiempo en Munich… Cada rincón tiene su cosa, y yo soy un buen parásito, me adapto.

LA ESTRATEGIA DE IVÁN ARGOTE Vista de la exposición Ivan Argote “La Estrategia”. Palais de Tokyo, París (7 dic. 2012 – 21 ene. 2013). Foto: Guillaume Ziccarelli. Cortesía Galerie Perrotin, Hong Kong & París

¿Cuál es ‘La Estrategia’ de Iván? La mía, son varias. Utilizar mi trabajo como herramienta para negociar con el mundo que me toca ver, tratar de vivir cosas a través de él, involucrarme de lleno en las ideas, mental y físicamente, económicamente, relacionalmente, desde cualquiera que sea el comienzo, hasta cualquiera que sea el final.

Cuéntame un poco más sobre esas comunidades de Bogotá a las que te refieres con tu última exposición. Esas historias que han pasado de boca en boca. ¿Por qué te has inspirado en ellas? Son historias que me encontré sin buscarlas y que me parecen interesantes porque hablan, más allá de lo concreto que cuentan, o del contexto en el que se desarrollan, de una capacidad de modificar el presente, de afectarlo desde lo privado hasta lo colectivo e incluso más allá. Son experiencias intensas de presente, donde cada gesto era importante para generar una coherencia entre ideas y actos.

¿Qué buscas en la mirada ajena? Encuentros, acuerdos, desacuerdos.

¿Qué supuso para ti ‘graffitear’ sobre obras de Mondrian? ¿Qué querías mostrar? Fue una especie de iniciación, marcar con un gesto un poco incongruente mi afección por el arte y un montón de preguntas que tenía sobre su estatus, sobre nuestra mirada hacia él.

LA ESTRATEGIA DE IVÁN ARGOTE
Vista de la exposición Ivan Argote “La Estrategia”. Palais de Tokyo, París (7 dic. 2012 – 21 ene. 2013). Foto: Guillaume Ziccarelli. Cortesía Galerie Perrotin, Hong Kong & París

¿Cómo consigues que la gente tome en serio el arte de lo absurdo que planteas en tu obra? El absurdo está presente en mi trabajo, pero no es una constante. Sí me interesa, porque el absurdo nos enfrenta a un vacío dentro del cual buscamos agarrarnos a las estructuras de pensamiento, lenguaje y comportamiento que empleamos. El absurdo es una falla dentro de esa estructura, en la cual a veces me apoyo para intentar analizar cositas. Lo serio o no serio viene para mí, de la manera en que uno se compromete con las cosas. Si algunos toman en serio lo que hago, es tal vez porque yo soy serio haciéndolo. Tal vez para otros ser serio así, no es tan serio.

¿Qué supone para ti exponer en el Palais de Tokyo? Me gusta mucho porque es mi segunda exposición individual en París, donde vivo principalmente, y bueno, no he tenido la oportunidad de mostrar otras partes de mi trabajo que desde hace dos años he venido desarrollando. Es una exposición con un proyecto importante, que ha modificado mi visión sobre el trabajo y me ha ayudado a olvidar o liberarme de prejuicios o ideas adquiridas sobre el “cómo mirar y hacer arte”.

LA ESTRATEGIA DE IVÁN ARGOTE
Ivan Argote, “La Estrategia”, 2012. Video, 33min 33 sec. Cortesía Galerie Perrotin, Hong Kong & París

¿Piensas que la gente debe encontrar, o buscar, en lo absurdo, lo necesario para enfrentarse a la realidad? No, no creo que nadie deba hacer algo para vivir y ver a cada uno como se le antoje. Ahora bien, como decía, el absurdo es para mí un mecanismo, como lo puede ser una metáfora. Luego, me gusta cuando la gente negocia con su tiempo, cuando la complicidad emerge, cuando se vive apasionadamente, incluso el aburrimiento apasionado, pero si no, no pasa nada tampoco.

¿Qué supone para ti convertirte en un revolucionario? ¿Lo buscabas? No lo busco, ni jugué a serlo. En el proyecto ‘La Estrategia’, con el grupo que formamos tratamos de encarnar un estado de ánimo, una relación con lo colectivo desde lo personal. Luego nos permitimos tratar cosas sobre nuestra relación con la ciudad, con los monumentos, con la montaña, pero siempre a una velocidad peatonal, sin llamar a “grandes ideas” para que nos soporten o nos invadan.

¿Cuál es la única verdad para ti? ¿Qué criticas del momento actual? Casi nada.

¿Quiénes son tus referentes? Pues la verdad son varias cosas: lo que me gusta, lo que no y lo que me es indiferente. Por supuesto, artistas, pero no solo dentro del arte. Me parece obtuso, un poco “creyente” y no soy muy así. Me gustan las sorpresas, el humor cotidiano, las canciones de despecho, algunas películas fuertes, viajar, los juegos de lenguaje y la jerga en general.

¿Próxima ‘víctima’ de tu mirada crítica y surrealista? No tengo víctimas, amigos mejor. Ahora que me voy a Los Angeles, me gustaría aprender cosas sobre los códigos gestuales-corporales de algunos gangs “históricos”. También quiero conducir mucho.

¿Cuáles son tus metas? Poder no fijármelas.