Hoy dedicamos la sección portfolios de fotografía de moda a Kristen Wicce y sus fotos de backstages durante la Semana de la Moda de Madrid.
¿Cuándo decidiste dedicarte a la fotografía de moda y por qué?
Tras la crisis post-licenciatura. Estudié Bellas Artes y estaba abrumada por todos los conocimientos que había adquirido en diferentes campos artísticos. Tenía que elegir un camino en el que centrarme, pero que me permitiera plasmar todo lo que llevo dentro y crecer como artista, por lo que encontré en la fotografía de Moda el marco perfecto para seguir desarrollándome, ya que al final, trabajo con más creativos y eso siempre te permite seguir ampliando horizontes de conocimiento.
¿Dónde estudiaste y cómo has ido cogiendo experiencia?
Estudié la Licenciatura de Bellas Artes en la Complutense de Madrid, pero la experiencia laboral realmente ha venido por el esfuerzo, curiosidad y constancia. Empecé como todos: haciendo colaboraciones con gente que también estaba comenzando en el medio. Poco a poco ves que el trabajo final gusta y sigues investigando nuevas técnicas de retoque (porque en esto he sido completamente autodidacta) y bueno… el afán de autosuperación, de estar poniéndote continuamente en duda para mejorar… pero sin olvidar ser fiel a ti mismo, a tu estilo y a lo que quieres conseguir en cuanto a la estética del trabajo. Es un no rendirte, pero tampoco conformarte.
¿Qué es lo que más te mola de la fotografía de moda?
Trabajar con gente creativa y poder explayarme en cada proyecto. Es gratificante como cuando conocen tu trabajo, te dan carta blanca porque confían en que el resultado va a ser bueno. Es una adrenalina que mezcla las ganas de afrontar el nuevo reto con la responsabilidad que tiene el hacerlo. Me encanta.
¿Y lo que menos?
Quizá la falta de valor real del propio trabajo. A todos les gusta pero no todos están dispuestos a pagar lo que vale. No es sólo la fotografía final lo que se entrega, hay un tiempo de desarrollo, tanto en el estudio como en la postproducción, unos materiales y espacios que se desgastan y requieren un mantenimiento, pero por encima de todo ello, hay una visión única, una idea o llámalo X que es firma del propio autor. Por muchas personas que intenten imitar un estilo, siempre habrá un factor que lo diferencie, ya que el trabajo no lo hace la cámara, si no el ojo que hay detrás…
¿Qué tienen de especial para ti los backsatages?
Aquí me tocas la fibra sensible. En un principio fue la emoción de ver y poder recoger todo lo que se desarrolla detrás de lo que llega a la gente. Pero como tengo la vena creativa demasiado presente, yo no quería solo mostrar a modo reportaje lo que son backstages. Quería dar mi visión personal e impregnar mi pasión en cada fotografía buscando “algo más”: diferentes encuadres, composiciones… no disparar como loca, si no ir buscando La Fotografía entre tanto caos. Muchas veces me quedo esperando en tensión -por la postura y el peso de la cámara- a que se produzca “el momento”… y todo esto mientras la gente pasa por delante, se cruzan compañeros, te empujan, te hablan, te vibra el teléfono… y tú ahí mantienes la concentración pensando en tus adentros: “gírate ahora…” y pum! disparas y sale negro porque justo alguien absorto en el móvil se ha cruzado. Al principio me cabreaba, de hecho lo sigo haciendo, pero luego me río de ello porque… es lo que hay, la vida, el estrés y todo lo que al fin y al cabo son los backstages. Por otro lado, allí puedo decir que tengo a “mi familia”. Es emotivo ese momento de “volvernos a ver”. Que mira que muchos vivimos en Madrid, pero al final terminas viéndote de Edición en Edición y… hay mucho cariño. Tanto por parte del equipo de peluqueros y maquilladores como por algunos diseñadores, representantes, modelos y, por supuesto, mis compañeros fotógrafos. ¡Hasta los batablancas! No sé, se crea algo mágico. Y mira que al final lo que más se habla son quejas por el cansancio, los “buenos días” se convierten en resoplos de “no he dormido nada” y cosas así… pero no lo cambiaría por nada.
¿Cuáles son tus ambiciones cómo fotógrafa?
Uy, tengo muchas. Por un lado me encantaría poder cubrir todos los backstages de todas las fashion weeks del Mundo, pudiendo dar mi visión de cada una de ellas. Uno de mis sueños sería crear un libro con mis mejores encuadres y composiciones de cada Edición. Me gustaría tener mi propio Taschen o que alguna editorial se planteara contratarme para sacar un libro anual que recopilara estos momentos. Al igual que hacer exposiciones y seguir creciendo artísticamente.
¿Por otro lado? Poder vivir de realizar producciones editoriales y tener mi propia nave-estudio llena de telas, fondos, atrezzo… todo lo necesario para crear, crear y seguir creando.
Y por supuesto, seguir transmitiendo mis conocimientos y psicología a todos mis nuevos alumnos, tanto a los que quieren ser modelo como a fotógrafos que necesitan un pequeño empujón.
En definitiva, no entrar en la rutina y seguir encontrando nuevos retos que me hagan superarme a todos los niveles. Al final la fotografía forma parte de mi vida en muchos aspectos y no podría vivir sin expresarme a través de ella.
¿Qué tipo de trabajo disparas habitualmente?
Depende un poco de la temporada del año, pero siempre me muevo entre backstages, editoriales de moda, lookbooks, campañas y mucho test, ya que al trabajar también como profesora de posado, no paro de realizar fotografías a new faces, trabajando sobre la actitud, la técnica y toda la parte psicológica.
También me contratan para fotografiar espacios, productos, y para reportajes de eventos como pressdays e influencers para sus blogs.
¿En la fotografía de moda existe también mucho machismo?
Sí y no. El problema creo que radica en que venimos de una sociedad/cultura donde anteriormente el Hombre tenía unos roles y la Mujer otros. Y este tipo de cambios, aunque actualmente vivamos en “la inmediatez”, van muy lentos. Entonces ya de por sí partimos en que hay más hombres fotógrafos que mujeres… y al final, una marca/empresa va a contratar a alguien a quien le respalda la experiencia, por lo que el porcentaje de hombres se eleva sólo por la trayectoria. El machismo actual, ya radica en cada persona que quiera contratar. Pero vamos, que eso en el fondo “me da igual” porque yo me centro en mi trabajo y en lo que puedo ofrecer, si alguien no me contrata o me mira con inferioridad por ser mujer, es su problema, no el mío. Yo perderé económicamente, ok, pero esa empresa se perderá toda la pasión, compromiso y arte que yo puedo ofrecerles. Así de sencillo.
El otro día leí que una famosa revista de moda femenina, después de 30 años había sacado una portada fotografiada por una mujer. ¿Qué opinas del dato?
Pues un poco igual que lo anterior. Hay una inercia histórica y un cambio social que es lento. No creo que por ser una revista de moda femenina se tengan que ver obligados a contratar mujeres para sus portadas porque al final, eso es igual de discriminatorio. Una cosa es lo que por genética tenemos entre las piernas y otra el talento, ojo y creatividad que podamos aportar. Pienso que si realmente apostamos por una igualdad real, deberíamos dejarnos de tanto rencor y etiquetas, y basarnos más en la profesionalidad de cada individuo, independientemente de todo. Si yo contrato a alguien, que sea porque su visión y trabajo sea lo que estoy buscando. ¿Qué más me da si es hombre o mujer?
¿Cómo definirías tu trabajo como fotógrafa?
Si tuviera que encasillarme en algo, diría: espiritual y creativo, ya que al final el trabajo es una extensión de mí misma y son cualidades que me definen, pero todo ello sin perder la capacidad de venta del producto, sacando el máximo partido al proyecto.
¿Quieres ver otros trabajos de Kristen Wicce? También puedes seguirla en su perfil de Instagram.
En las fotos: Backstages de Shoop, Brain and Beast, 44Studio, Anel Yaos, Custo Barcelona… todos durante la última Semana de la Moda de Madrid.
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