THE CORAL

MADRID. 10-11-2010. SALA CARACOL –  TODO LO QUE PUDO HABER SIDO

Hay dos tipos de guiris. Aquellos a los que les corre J&B por las venas y causan pánico en el litoral levantino y otros que más bien tienen té helado y nunca sabes si son de verdad o de cera. Durante buena parte de su concierto de ayer, los cinco miembros de The Coral parecieron pertenecer a este segundo grupo. Les costó conectar con el público y el infame sonido de la sala y sus continuos cambios de instrumentos tampoco ayudaron. No es que les preocupara demasiado. Ninguna concesión salvo un repetido “thanks a lot” y, al menos lo pareció, el estribillo de “Spanish Main”, sólo el estribillo, pues enseguida fue enlazado con otra canción. Esta frialdad resulta curiosa viniendo del grupo más californiano de Inglaterra. Apoyados en temas de su último disco como “Two Faces” o “1000 Years” destilaron sus influencias sin demasiada pasión e incluso pasó inadvertido uno de sus temas más conocidos, “Pass It On”. Entre la colección de guitarras exhibida no faltaron las “Rickenbaker” en todas sus variantes, eléctricas, acústicas, seis cuerdas, doce. Lógicamente, quizá obviamente, atacaron el “I Feel A Whole Lot Better” de los Byrds, precedido del “Things We Said Today” de sus paisanos, The Beatles. A partir de ese momento, encajaron mejor con una audiencia que lo estaba deseando. En una segunda parte menos acústica, más rockera, guiados por la voz de James Skelly, sobre la que se podría edificar una religión, consiguieron que la gente rompiera a sudar, con la ayuda de sus temas más antiguos, sobre todo los reservados para los bises como “I Remember When” o “Dreaming Of You”. En definitiva, un concierto que dejó la sensación de que podía haber sido mucho más, tan solo con que los cinco chicos de The Coral se lo hubieran propuesto.