LA TRANSICIÓN DEL BLANCO Y NEGRO AL COLOR EN DOS ACTOS
El grupo portugués The Gift ofreció el pasado miércoles un curioso recital en el Teatro Lara de Madrid, que tuvo su segunda entrega ayer mismo. Con una puesta en escena y un desarrollo acorde con el escenario elegido, planteó una actuación en dos partes. De modo similar a cómo Rufus Wainwright atacó al público madrileño en el Circo Price hace año y medio, The Gift abrió su concierto con una primera parte contenida, intima, quizá con un punto pretencioso, lejana del estilo reconocido de la banda, pero en la que por momentos lograron crear el ambiente melancólico que seguramente pretendían. Este primer acto servía, además, para presentar ‘Primavera’, su nuevo disco que verá la luz la semana próxima y que, por lo escuchado ayer, supone el contrapunto gris al colorido ‘Explode’ editado a mediados de 2011. Este es el disco que marcó el segundo acto. Apoyados siempre en la voz de Sónia Tavares, un torrente que si Portugal pudiera rentabilizar no sería necesario su rescate financiero, el blanco y negro y la contención de la primera hora, dio paso a todo el espectro de la luz, tanto en el decorado como en la vestimenta y por supuesto en las canciones. Además, la escena pareció ir poco a poco apoderándose de Nuno Gonçalves y de Tavares que en ciertos momentos ofrecieron divertidos diálogos improvisados. Entre ellos, temas como “RGB” o “Made For You” y los ya clásicos en su repertorio “Driving You Slow” o “Fácil de Entender”, devolvieron la cara más reconocible de The Gift a un público que, animado por Gonçalvez, abandonó sus butacas de teatro para recuperar una actitud más “conciertera”.
