NAM LE

RELATOS VISCERALES

Nam Le (Vietnam, 1978) es un abogado convertido en escritor por vocación, nacido en Vietnam, criado en Australia y residente en Nueva York, y esto se nota. El barco, su primer libro, editado por Mondadori,  no es literatura asiática sino contemporánea, y, además, brillante. Nam Le no tiene límites geográficos, nos traslada  a Irán, Colombia, Japón, Norteamérica o Vietnam. El libro lo componen siete relatos largos de muy diversa temática, pero todos ellos con un lirismo y una profundidad poco común. El primero, Amor y honor y piedad y orgullo y compasión y sacrifico, de claro carácter autobiográfico, cuenta las relaciones casi ausentes entre un padre y su hijo escritor con la guerra de Vietnam como telón de fondo. El segundo, Cartagena, el más largo, habla de un muchacho colombiano y pandillero, metido de lleno en los bajos fondos. Está tan bien presentada esta historia que sufres con el protagonista las consecuencias de sus actos, el miedo a la muerte o el dolor de la pérdida. El tercero, Encuentro con Elise, vuelve a reincidir en las relaciones  filiales, padre e hija esta vez, y la imposibilidad de cambiar el pasado. El cuarto, Halflead Bay, lo protagoniza un adolescente Jamie enfrentándose a los problemas típicos de su edad, y desde esta perspectiva refleja todo un mundo de contradicciones. El quinto, Hiroshima, nos habla de la guerra, y lo que trae consigo, desde la mirada de una  niña refugiada. El quinto, Llamada de Teherán, tiene como marco un Irán revuelto y peligroso visto desde dos amigas que se reencuentran tras el distanciamiento. Y el último, que da título al libro, es un relato contundente, que te golpea y te deja tocado, cuenta la huida de una adolescente del bélico Vietnam.

Este libro ha recibido una larga lista de premios por todo el mundo, y, por una vez estoy de acuerdo con este reconocimiento. Nam Le te sumerge sin ninguna dificultad en el  mundo interior de cada personaje,  en sus conflictos internos, y a la vez universales que nos afectan a todos vivamos donde vivamos. Con una destreza poco habitual en un autor novel crea unos personajes cercanos y convincentes, habitantes de  este mundo convulso, todos ellos sufren y evolucionan enfrentándose a una pérdida y  por consiguiente a una decisión clave para su existencia. El barco es de esos libros que cierras y sigues pensando en qué le ocurrirá al protagonista. Su prosa tiene ritmo y estilo propio, maneja bien los diálogos y a pesar de su juventud la profundidad de sus historias es singular, pareciendo a veces que el escritor es un hombre más mayor y experimentado. Después de publicar un primer libro tan íntegro y tan redondo, Nam Le tiene un reto por delante, superarse a sí mismo como escritor. Aunque creo que no tendrá problemas para conseguirlo.