Un año después de su lanzamiento en la revolucionaria PlayStation, la productora Constantine Films se hizo con los derechos del videojuego, historia protagonizada por la unidad S.T.A.R.S. (Servicios de Tácticas Especiales y de Rescate) durante su investigación en las Montañas Arklay. Una fantástica trama que se desperdició por culpa de Paul W. S. Anderson, pero estamos salvados ya que hay una nueva saga en camino.
En un principio, el padre del género zombie George A. Romero fue contratado por Sony y Capcom para dirigir y escribir el proyecto, pero su visión creativa de la historia fue rechazada por ser malo. Como segunda opción recurrieron a Paul W. S. Anderson, candidato que tenía un voto de confianza por haber dirigido Mortal Kombat (1995), pero no fue hasta finales de 2001 cuando la compañía anunció que él sería el encargado de dirigir y escribir el guion de Resident Evil. Los fans de los zombies pixelados estaban emocionados debido a que fue el propio Anderson quien afirmó que «la película tendría un trama diferente a la del videojuego ya que estas eran muy conocidas y Resident Evil merecía una representación magistral en la pantalla grande».
La visión creativa de Paul W. S. Anderson jugaba simplemente con los nombres y elementos del videojuego, donde la protagonista de nombre Alice interpretada por Milla Jovovich era el epicentro que justificaría todo de manera forzada, una copia de bajo coste de la mismísima Ellen Ripley (Sigourney Weaver). Con el paso de tiempo y con cada nueva película de Resident Evil, el universo alterno de la saga creado por Anderson se había convertido en una plaga maligna para los fans y para el propio videojuego, siendo una mala hierba que muchos deseaban erradicar del jardín de Shinji Mikami y Tokuro Fujiwara.
Todos se alegraron cuando aquel mal se exterminó, y quedó en el aire la necesidad de hacer las cosas correctamente mientras la saga en su formato videojuego perdía su verdadera esencia con su Resident Evil 7: Biohazard, que se trataba de una copia calcada de P.T., un proyecto experimental creado por Hideo Kojima (creador de Metal Gear Solid) en colaboración de Guillermo del Toro para Silent Hills. Todo cambiaría con la llegada del remake de Resident Evil 2 (2019), un nuevo formato del clásico videojuego que explotaba todo lo aprendido en anteriores entregas, y mostrándonos una nueva perspectiva de cómo el joven Leon S. Kennedy tiene que sobrevivir a una horda de zombies en su primer día de servicio en la ciudad de Raccoon City.
Una nueva era para la franquicia que se extendía en todos sus formatos, y siendo anunciada la creación de una serie para Netflix, con una trama de dos líneas temporales distintas: antes y después del Virus-T. Bronwen Hughes (Breaking Bad / Better Call Saul) será la encargada de dirigir los dos primeros capítulos. Y con ello la llegada de un nuevo film, una nueva línea cómo reinicio de la historia. “Esta película fue pensada para volver a los dos primeros juegos originales y recrear, de manera aterradora, muchos de los elementos que pudimos experimentar cuando los juegos fueron lanzados a finales de los 90. Del mismo modo, contará una historia humana fundamentada sobre un pequeño pueblo americano moribundo que se siente a la vez cercano y relevante para el público de hoy” —Jonathan Roberts, escritor y director del nuevo film de Resident Evil.
Hace unos días se reveló el elenco del film formado por Kaya Scodelario (El Corredor del Laberinto, Piratas del Caribe 5, Skins) como Claire Redfield, Hannah John-Kamen (Ready Player One, Ant-Man and the Wasp) como Jill Valentine, Robbie Amell (The Flash) como Chris Redfield, Tom Hopper (Juego de Tronos, Umbrella Academy) como Albert Wesker, Avan Jogia (Now Apocalypse, Ghost Wars, Victorious) como Leon S. Kennedy, y Neal McDonough (Minority Report, Capitán América) como William Birkin. Poco a poco sabremos más sobre este nuevo proyecto inspirado en los sucesos de la mansión Spencer, y esperemos que esta sea por fin la adaptación más fiel que se merece este clásico.
